Refuerzo de las defensas con la llegada del mal tiempo
¡Protégete del frío! Prepara tus defensas
Continuamente estamos expuestos a microorganismos que se inhalan, se ingieren o que habitan en nuestra piel y mucosas. El hecho de que estos microorganismos penetren y hagan mella en nuestra salud es el resultado tanto de su patogenicidad, como del estado de nuestros mecanismos de defensa.1
Aquí es donde entra en juego nuestro sistema inmunitario, que es el conjunto de órganos y células responsables de protegernos contra cualquier tipo de infección, de forma que, cuando un microorganismo invade el cuerpo, el sistema inmunitario lo identifica y combate la infección.2
Pero con el cambio de estación, siendo el otoño y el invierno los meses más fríos del año, nuestro sistema inmunitario puede debilitarse, y como consecuencia, nuestro estado de salud verse afectado.3
Las bajadas repentinas de la temperatura, y el aumento de la humedad que se produce en estos meses, son las que pueden propiciar que nuestro sistema inmunitario se debilite. Esto, junto con el aumento de la proliferación de determinados virus causantes del resfriado común o el de la gripe, da lugar a un aumento de la transmisión de infecciones respiratorias.4-6
De hecho, virus como el del resfriado común, se replican con más fuerza a las temperaturas frías de la cavidad nasal (33-35 °C) que a la temperatura corporal (37 °C).5
Es por esto por lo que es recomendable adoptar unos hábitos básicos que nos ayuden a estimular las defensas frente a la llegada del frío.3
Cómo subir las defensas y reforzar el sistema inmunitario para poder combatir agentes agresores:
Para reforzar nuestro sistema inmunitario es fundamental cuidar nuestra alimentación con una dieta sana y equilibrada, además de mantener un estilo de vida saludable.7
De manera general, algunas de las recomendaciones que podemos seguir para aumentar las defensas del organismo son las siguientes:3,7
- Llevar una alimentación equilibrada: principalmente a base de frutas, vegetales y verduras, que son fuentes de vitaminas y minerales, y van a ser de gran ayuda a la hora de recuperar energía y subir las defensas
- Comer más: nuestro cuerpo necesita calorías para crear anticuerpos. Se debe aumentar la ingesta de alimentos calóricos, ya que son épocas de mayor requerimiento
- Evitar el consumo de comida rápida: comidas con grasas saturadas (bollería, mantequillas) y azúcares refinados
- Consumir un mínimo de 10-12 vasos de agua al día: para estimular el sistema inmunitario y expulsar toxinas
- Evitar los cambios bruscos de temperatura: entre exteriores e interiores y las temperaturas elevadas por calefacciones, también es recomendable ventilar con frecuencia los espacios cerrados y renovar el aire
- Dormir bien: ayuda a recuperar la energía y a reforzar las defensas
- Activar la circulación: en el momento de ducharse o bañarse, alternar agua caliente con agua fría, así se estimula la formación de glóbulos blancos
- Mantener una higiene óptima: lavándose las manos con frecuencia. Evitar morderse las uñas, ya que provoca la entrada de numerosas bacterias y microorganismos
- Mantener la calma y la relajación y evitar el estrés en la medida de lo posible: para ello es aconsejable realizar ejercicios de relajación y respiración profunda, tomándose un mínimo 15 minutos del día para sentarse y hacer estos ejercicios de respiración: colocar las manos sobre el abdomen e intentar inflar el estómago; después espirar lentamente hasta que salga todo el aire
- Vivir con optimismo y con alegría
- Practicar al menos 30 minutos de ejercicio diario: el ejercicio ayuda a mantenernos activos, más ágiles y fuertes, además de combatir el estrés. También favorece la liberación de endorfinas, produciéndonos bienestar y felicidad
- Evitar el tabaco o el estar expuestos al humo del tabaco
- Exponerse al sol a diario: preferiblemente hasta las 10 de la mañana y después de las 4 de la tarde, para aumentar la producción de vitamina D en el organismo
Lo ideal, es que estos hábitos los mantengamos de por vida, no solo en los momentos en los que nos sintamos más débiles o enfermos.7
Además, en determinados momentos pueden que estas recomendaciones no sean suficientes y sea necesario tomar otros productos para asistir a nuestro organismo.
¿Qué son los probióticos?
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, proporcionan un efecto beneficioso para la salud, van a mantener o mejorar las bacterias “buenas” del cuerpo. Estos microorganismos deben llegar y permanecer vivos en el lugar de destino.8,9
De esta forma, podrán ayudar a mantener en buen estado la microbiota intestinal y realizar de forma adecuada todas sus funciones, compitiendo con bacterias potencialmente dañinas de microorganismos dañinos, mejorando el ecosistema del intestino, reforzando la barrera intestinal y regulando la respuesta inmunitaria.10
En la actualidad, numerosos estudios en humanos han demostrado que, determinados probióticos contribuyen a reforzar y aumentar las defensas manteniendo el sistema inmunitario. Por ello, puede ser beneficioso hacer uso de los probióticos.8
Hay dos formas principales de tomar probióticos: a través de alimentos que son considerados como probióticos naturales (yogur, leche o algunos quesos) o a través del uso de complementos con probióticos.11
- Complementos con probióticos
Existen en diversas presentaciones (cápsulas, líquidos o sobres), que pueden incluir diferentes probióticos, destacando los de la familia bifidobacterium y lactobacillus.10
Los requisitos de los probióticos para que sean considerados como tales a efectos de sus beneficios sobre la salud son los siguientes:12
- Deben estar correctamente identificados a nivel cepa
- No deben poseer factores de virulencia
- No deben tener la capacidad de producir metabolitos indeseables
- Deben mostrar tolerancia a las condiciones del entorno donde ejercen el beneficio
- Se debe verificar su eficacia mediante estudios realizados en humanos
Entonces, ¿por qué pueden ser beneficiosos los probióticos para el sistema inmune?
Los probióticos tienen múltiples beneficios para nuestra salud:
- Actúan sobre el sistema inmune, ayudando a proteger al organismo frente a infecciones y procesos inflamatorios13
- Mejoran la biodisponibilidad de los nutrientes14
Referencias bibliográficas:
1. Parkin J, Cohen B. An overview of the immune system. Lancet. 2001;357(9270):1777-1789.
2. Sistema inmunológico: qué es, cómo funciona y células. Tua Saúde. Disponible en: https://www.tuasaude.com/es/sistema-inmunologico/
3. ¿Cómo aumentar las defensas del organismo? Blog COFM. Disponible en: https://blog.cofm.es/como-aumentar-defensas-organismo/
4. Escudero N. Reforzar las defensas para afrontar el invierno. 2020. El farmacéutico 592.
5. Lowen AC, Mubareka S, Steel J, Palese P. Influenza virus transmission is dependent on relative humidity and temperature. PLoS Pathog. 2007;3(10):1470-1476.
6. Foxman EF, Storer JA, Fitzgerald ME, et al. Temperature-dependent innate defense against the common cold virus limits viral replication at warm temperature in mouse airway cells. Proc Natl Acad Sci U S A. 2015;112(3):827-832.
7. Cómo fortalecer el sistema inmunológico y subir las defensas. Tua Saúde. Disponible en: https://www.tuasaude.com/es/como-subir-las-defensas-del-organismo/
8. ¿Qué es un probiótico? ¿Para qué sirve? Blog COFM. Disponible en: https://blog.cofm.es/que-es-un-probiotico-para-que-sirve/
9. ¿Qué son los probióticos y los prebióticos? Nutrición y comida saludable. Mayo Clinic. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/expert-answers/probiotics/faq-20058065
10. Probióticos. ProFaes4. Disponible en: https://profaes4.com/probioticos/
11. Probióticos: qué son, para qué sirven y cómo tomarlos. Tua Saúde. Disponible en: https://www.tuasaude.com/es/que-son-los-probioticos/
12. Vilaplana i Batalla M. Probióticos y salud. Farmacia Profesional. 2015;29(3).
13. Vilaplana i Batalla M. Nutrición y sistema inmunitario. Farmacia Profesional. 2015;29(6).
14. Castañeda CD. Microbiota intestinal, probióticos y prebióticos. Enfermería investiga investigación, vinculación, docencia y gestión. 2017;2(4).
