Problemas del sistema inmune

Alteraciones en la red defensora de nuestro cuerpo

¿Por qué puede debilitarse el sistema inmune?

El sistema inmune es una red compleja de células, tejidos y órganos que defiende a nuestro cuerpo frente a sustancias que pueden resultar perjudiciales. Estas sustancias dañinas, denominadas antígenos, pueden ser:

  • Microorganismos patógenos como bacterias y virus
  • Sustancias químicas o toxinas
  • Nuestras propias células, dañadas por el cáncer o quemaduras solares

Por tanto, el buen funcionamiento del sistema inmune es crítico para nuestra salud. Las células del sistema inmune deben mantenerse constantemente en alerta y ser capaces de distinguir entre sustancias propias y ajenas, y discriminar las dañinas de las inocuas.

Un sistema inmune debilitado que no realiza adecuadamente sus funciones de defensa y ataque a las posibles bacterias o virus que invaden el cuerpo, es la primera vía para que estos entren y se multipliquen.

Esto se denomina infección y puede ser la causa de numerosas enfermedades.

Infecciones del tracto respiratorio

Entre las infecciones más frecuentes y causa habitual de consulta médica se encuentran las infecciones de las vías respiratorias.

  • Una de las patologías respiratorias más comunes puede ser el catarro común o resfriado, que afecta cada año a millones de personas en todo el mundo, siendo la principal causa de absentismo laboral y escolar.
  • Los niños son especialmente susceptibles a este tipo de infecciones, ya que su sistema inmune se está desarollando.
  • Habitualmente, estas infecciones son producidas por virus y tienden a resolverse de manera espontánea. Sin embargo, sobre todo en la infancia, estas infecciones tienden a ser recurrentes, es decir, pueden repetirse de manera periódica

Influencia de la dieta y el estrés en el sistema inmune

Una alimentación adecuada es esencial para que las células de nuestro cuerpo funcionen de manera óptima, incluidas las células del sistema inmune.

Para que nuestro sistema inmune goce de buena salud, es necesario garantizar los aportes suficientes de nutrientes mediante una dieta equilibrada.

Por otro lado, también hay que saber que un descanso insuficiente o situaciones de estrés prolongado pueden ejercer un efecto debilitante sobre el sistema inmune.

En el caso del estrés, este se produce cuando determinados episodios de nuestra vida, ya sean físicos o psicológicos, superan nuestra capacidad para afrontarlos.

  • El cuerpo reacciona al estrés produciendo una hormona llamada cortisol. Sin embargo, cuando la situación perdura en el tiempo el cortisol puede terminar por ser perjudicial para el sistema inmune, favoreciendo una mayor predisposición a enfermar.

Recomendaciones para reforzar el sistema inmune
  1. Seguir una dieta variada, basada en alimentos frescos y ricos en vitaminas y minerales.
  2. Dormir el suficiente número de horas para favorecer el correcto funcionamiento de nuestro sistema de defensas.
  3. Realizar de forma regular actividad física aeróbica de intensidad moderada (caminar a paso ligero, nadar, bicicleta, etc.).
  4. Aprender a llevar un ritmo de vida más relajado y a evitar el estrés.
  5. Mantener una buena higiene personal.

En caso de presentar algún tipo de síntoma clínico, acudir al médico para que realice el diagnóstico preciso e instaure el tratamiento correspondiente.

Papel de la microbiota en el sistema inmune

La microbiota intestinal forma una barrera microbiológica sobre la propia mucosa que recubre la pared intestinal; lo que impide el establecimiento de microorganismos perjudiciales.

Pero además, los componentes de la microbiota presentan una acción inmunomoduladora; es decir, contribuyen al desarrollo, maduración y mantenimiento del sistema inmune.

  • Por una parte, la microbiota promueve el desarrollo del sistema inmune en la infancia
  • Por otra, interviene en la regulación del buen equilibrio inmunológico propio del adulto

Por tanto, el contacto continuo entre la microbiota intestinal y el sistema inmune es una especie de entrenamiento que lo mantiene en buena forma para poder actuar con eficacia frente a los agentes infecciosos.

El papel de los probióticos

Parece claro que es necesario cuidar nuestra microbiota intestinal para preservar el equilibrio de nuestro sistema inmune.

En este sentido, los probióticos pueden ser de utilidad para ayudar a mantener una microbiota en buen estado y con los microorganismos adecuados, en la proporción que normalmente mantiene nuestra salud. Con una microbiota en buen estado, podremos conservar todos sus beneficios, que son muy amplios, algunos de ellos referidos al sistema inmune:

  1. Ejercen una actividad moduladora sobre la inmunidad, ayudando a proteger al organismo frente a a infecciones y procesos de inflamación.
  2. Ayudan a sintetizar y mejorar el aprovechamiento de los nutrientes, necesarios para el buen funcionamiento del sistema inmune.

Incluso, se plantea que una microbiota adecuada podría tener efectos beneficiosos para la prevención de las infecciones respiratorias de vías altas.

No obstante, este posible beneficio está condicionado por la edad y el mantenimiento en buen estado de esta microbiota. En alguno casos, los probióticos pueden ser de ayuda para mantenerla.

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El probiótico apropiado debe ser seleccionado para cada recomendación
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