
Diferencia entre microbioma y microbiota: Guía completa
¿Microbioma y microbiota es lo mismo? Ambos términos suelen usarse indistintamente, aunque en realidad tienen significados distintos. Conocer la diferencia entre microbioma o microbiota es clave para entender cómo los microorganismos que habitan en nuestro cuerpo influyen en nuestra salud. En esta guía completa te explicaremos de forma clara y sencilla qué es cada uno y cómo impactan en nuestro bienestar.
¿Qué es el microbioma y la microbiota y cuál es la diferencia?
La microbiota se refiere al conjunto de microorganismos (principalmente bacterias, virus y hongos) que viven en toda la superficie de nuestro cuerpo y en las cavidades conectadas con el exterior ( boca, nariz, vagina, intestino, etc.), y son parte funcional y no prescindible del organismo humano [1].
Por su parte, el microbioma es el conjunto formado por los microorganismos, sus genes y sus metabolitos que interactúan con nuestro organismo en un nicho ecológico concreto [1].
En otras palabras, la microbiota es la comunidad de microorganismos en sí, mientras que el microbioma humano representa a los microorganismos con sus elementos genéticos y las interacciones que establecen con el medio ambiente en el que se encuentran [2]. Ambos conceptos están estrechamente relacionados, de ahí la duda y el uso indistinto que suele darse a microbioma o microbiota, cuando no son exactamente lo mismo. Si tienes alguna duda, puedes conocer más a fondo qué es la microbiota en este otro artículo.
Microbioma: composición y ecosistema microbiano del cuerpo
Joshua Lederberg, Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1958, fue quien inició el concepto de microbioma al demostrar que las bacterias comensales mantienen un intenso intercambio genético entre ellas y entre las células del hospedero. Posteriormente, se propuso el término de microbioma para aludir a la totalidad de los microorganismos, sus elementos genéticos (genomas) y las interacciones que establecen con el medio ambiente en el que se encuentran (epigenética) [2].
Está demostrado que el cuerpo humano es un complejo ecosistema con trillones de bacterias. En cada una de las diferentes localizaciones de nuestro organismo (piel, genitales, boca, vía área, tracto digestivo, etc.) podemos encontrar ecosistemas microbianos complejos. El más complejo, diverso y numeroso es el asociado al aparato digestivo. Se ha estimado que el total del material genético del microbioma es 100 veces superior al del genoma humano [2].
Durante el nacimiento y según la vía del parto (vaginal o cesárea), los recién nacidos adquieren bacterias por exposición a la flora vaginal y fecal materna o por microorganismos presentes en el ambiente [3]. En los primeros días de vida, la población de Lactobacillus es muy numerosa, sobre todo en los niños alimentados con leche materna. Y se ha observado que la microbiota intestinal se estabiliza por lo general a los 4 años de edad y permanece relativamente estable hasta la séptima década de la vida [2].
En concreto, el microbioma del adulto depende de múltiples factores, como el sexo, la genética, la interacción con el medio ambiente, la dieta y hábitos nutricionales, la actividad física, el índice de masa corporal, entre otros [3]. En el intestino, la microbiota del colon y recto se caracteriza por ser la más numerosa y diversa, con una densidad microbiana que supone hasta 1-2 kg de nuestro peso corporal y más de mil especies diferentes. Todas ellas determinan la diversidad y características de la microbiota personal [3].
Actualmente se siguen realizando diferentes estudios cuyo objetivo es comprender el efecto que tienen los cambios en el microbioma en los seres humanos. Las alteraciones del microbioma se han asociado con efectos a nivel cardiovascular, inmunitario, motor, metabólico y digestivo. [3].
Microbiota: funciones principales en el cuerpo humano
La microbiota desempeña un papel crucial en nuestra salud, ya que influye en distintos sistemas del organismo. En concreto, la microbiota intestinal tiene múltiples funciones, algunas plenamente conocidas como [2]:
- Contribuye a la inmunidad innata y adaptativa, previniendo la colonización por otros microorganismos patógenos.
- La síntesis de las vitaminas K y B12, que el organismo humano no es capaz de sintetizar.
- La digestión y absorción de nutrientes, como los carbohidratos complejos que se encuentran en plantas y frutas.
- Además, hay claras evidencias de que la microbiota influye en trastornos funcionales del aparato digestivo, intolerancias alimentarias, alergia a alimentos, enfermedad inflamatoria intestinal, obesidad, diabetes y aterosclerosis.
Relación entre microbioma y microbiota: interacciones y beneficios para la salud
El microbioma y la microbiota trabajan en conjunto para mantener el equilibrio de nuestro organismo. Mientras la microbiota representa a los microorganismos en sí, el microbioma refleja su actividad y su impacto en la salud.
Como hemos comentado, la composición de la microbiota intestinal depende no sólo de factores endógenos (tipo genéticos), sino también de diversos factores exógenos (ambientales) como la dieta y los estilos de vida [1]. Los cambios en la composición de la microbiota intestinal inducidos por algunos de estos factores pueden llevar a un estado denominado de “disbiosis”, que es cuando la comunidad bacteriana comensal o beneficiosa se altera, con las correspondientes consecuencias [1].
De este modo, cuando, por ejemplo, la dieta es pobre en fibra y rica en carnes se ha relacionado con una microbiota intestinal que carece de bacterias metabolizadoras de los ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Estos AGCC son metabolitos beneficiosos para la salud. Otros inductores de disbiosis son la obesidad, el tabaco, y el estrés [1].
También se ha observado que los cambios que influyen de forma negativa en la composición de la microbiota, como dietas ricas en grasa, azúcares o calorías, pueden tener efectos negativos en la cognición y comportamiento de una persona [4]. Puedes conocer más a fondo cómo es la relación entre la salud digestiva y el bienestar emocional en este otro artículo.
Como vemos, la alimentación tiene un papel esencial para mantener un microbioma y microbiota saludables. También se ha estudiado el posible papel de los prebióticos (ingrediente alimentario no digerible) y probióticos (microorganismos vivos beneficiosos en el equilibrio intestinal, si bien las evidencias sobre su potencial efecto beneficioso son aún limitadas [1].
Ahora que ya conoces la diferencia entre microbioma y microbiota, sabes que ambos desempeñan un papel fundamental en la salud digestiva, inmunitaria e incluso emocional.
Por ello, apostar por una alimentación variada y rica en fibra, es esencial.
La información contenida en este blog nunca debe sustituir el consejo de un médico, farmacéutico o profesional de la salud.
Referencias
1- Instituto de Salud Carlos III. (s.f.). Microbiota: Qué es y cómo puede influir en nuestra salud. Disponible en: https://www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/VigilanciaSaludPublicaRENAVE/EnfermedadesTransmisibles/Microbiota/Paginas/default.aspx
2- Sociedad Española de Microbiología. (s.f.). Microbiota intestinal: funciones y composición. Disponible en:
https://www.semicrobiologia.org/archivos/descargas/Microbiota_intestinal.pdf
3- Fundación Española del Aparato Digestivo. (s.f.). La importancia de la microbiota en la salud digestiva. Disponible en: https://www.fead.org/la-importancia-de-la-microbiota-en-la-salud-digestiva/
4- Adv Nut. 2021;12(4):1239-85. La dieta y el eje microbiota-intestino-cerebro: sembrando las semillas de una buena salud mental. Disponible en: https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC8321864/
5- Rev Neurol.2019;68:111-7. El eje microbiota-intestino-cerebro y sus grandes proyecciones. Disponible en: https://summaremeis.com/evidencias-clinicas/glutazinc/22.pdf