El eje cerebro-intestino y su relación con el estrés

¿Alguna vez has sentido malestar digestivo en épocas de estrés? No es casualidad. El cerebro y el intestino están más conectados de lo que te imaginas, y su relación puede influir directamente en nuestro bienestar físico y emocional. El eje cerebro-intestino y su relación con el estrés juegan un papel clave, ya que este sistema bidireccional conecta el sistema nervioso central con el digestivo [1].

Si quieres conocer más a fondo cómo es el eje cerebro-intestino y su relación con el estrés, te invitamos a seguir leyendo.

¿Cómo afecta el eje cerebro-intestino al estrés?

El intestino se considera el órgano inmunitario más importante del adulto, pues en él se encuentra la mayor parte de las células inmunocompetentes del organismo, y además se ha comprobado que también es el segundo en cuanto al número de neuronas. Este descubrimiento dio lugar a la denominación de eje cerebro-intestino [1]. 

El término “eje cerebro-intestino” hace referencia a la comunicación bidireccional que existe entre el intestino y el cerebro [2]. Para ello, existen múltiples vías de comunicación. Entre ellas está la microbiota que desempeña un papel esencial. Numerosos estudios han demostrado que las alteraciones de la microbiota intestinal pueden alterar la relación de simbiosis y contribuir al desarrollo de diversas enfermedades, desde patologías intestinales a metabólicas, mentales, autoinmunes, etc. [1] Por tanto, podemos entender que aquello que pasa a nivel intestinal afecta a nivel cerebral y viceversa.

¿Y cuál es la relación entre el eje cerebro-intestino y el estrés?

Es un hecho demostrado a través de numerosos estudios que, un estado de estrés permanente o crónico tiene un impacto significativo en la salud y en la calidad de la vida de las personas. Además, estudios actuales sugieren que el estrés tiene efectos relevantes en la composición de la microbiota intestinal [2]. 

¿Qué ocurre con el intestino cuando hay estrés?

El estrés es uno de los principales factores que afecta a nuestra microbiota y a la permeabilidad intestinal, produciendo una alteración que facilita el paso hacia la sangre de partes de bacterias, toxinas o alimentos a medio digerir generando una cascada de inflamación, y llegando a alterar el funcionamiento de nuestro sistema nervioso [2].

Es decir, el estrés activa la producción de hormonas como el cortisol que, a su vez altera la composición normal de la microbiota intestinal (esto se llama disbiosis) generando cambios en la motilidad y en las secreciones gastrointestinales, produciendo permeabilidad intestinal. Esto, a su vez, afecta a las células neuroendocrinas y a las del sistema inmune [2].

Puedes conocer con más detalle cuáles son las funciones de la microbiota en este otro artículo.

¿Qué otras afecciones están asociadas con un eje cerebro-intestino anormal?

Según diversos estudios, y como ya hemos adelantado, el estrés permanente puede provocar una inflamación intestinal, que tiene efectos negativos sobre la barrera intestinal. Las bacterias intestinales se alteran, y las toxinas y los alérgenos pueden llegar al torrente sanguíneo. [2].

Lo cierto es que cada vez hay más evidencia del papel que juega la microbiota intestinal (y concretamente su alteración) en distintos trastornos neurológicos [3]. A su vez, el factor psicológico juega un papel clave en las enfermedades [3], lo cual evidencia el funcionamiento del eje cerebro-intestino y su relación con el estrés.

En resumen, cuando el eje cerebro-intestino no funciona correctamente, puede provocar diversas afecciones.

¿Cómo influye una microbiota intestinal saludable en la salud mental?

Una microbiota intestinal equilibrada es fundamental para un correcto funcionamiento del eje cerebro- intestino. Las especies bacterianas presentes en el intestino regulan la producción de algunos neurotransmisores y sus precursores, como es el caso de la serotonina y el triptófano [4].

Hay que tener en cuenta que la serotonina, comúnmente conocida como la «hormona de la felicidad», es un neurotransmisor clave en la regulación del estado de ánimo, el apetito y las funciones cognitivas [5] y, a nivel intestinal, regula la motilidad y las secreciones gastrointestinales [4]. Puesto que, aproximadamente un 90% de la serotonina se produce en el sistema digestivo [5], esto podría explicar la influencia que tiene la microbiota intestinal en el estado de ánimo. 

En conclusión, se puede afirmar que, si una microbiota diversa, rica y equilibrada se asocia a un mejor bienestar emocional en las personas, lo contrario sería, que su desequilibrio se relacione, igualmente, al estrés [2]

Por tanto, para cuidar el eje cerebro-intestino, es importante cuidar nuestra microbiota. Para ello, conviene seguir una dieta variada y equilibrada, con baja carga glucémica, para no elevar la insulina, ingerir suficientes aminoácidos y ácidos grasos de calidad, vegetales y frutas. También es recomendable hacer ejercicio y/o practicar técnicas de relajación [3].

Pero además de estas medidas dietéticas, en casos específicos en los que no fueran suficientes, incluir probióticos en nuestro día a día puede ser interesante para modular la microbiota intestinal y con ello el eje cerebro-intestino [3].

Si deseas más información sobre la microbiota, el eje cerebro-intestino y su relación con el estrés, nuestro artículo “Microbiota intestinal: de la salud digestiva al bienestar emocional” te ayudará a conocer más detalles.

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La información contenida en este blog nunca debe sustituir el consejo de un médico, farmacéutico o profesional de la salud.

Referencias

1- CSIC. La conexión entre el intestino y el cerebro puede proteger la salud mental. Disponible en: https://www.csic.es/es/actualidad-del-csic/la-conexion-entre-el-intestino-y-el-cerebro-puede-proteger-la-salud-mental 

2- Peñafiel Peñafiel MB, et al.  Eje intestino-cerebro y su impacto en el estrés. RECIAMUC. 2023;7(2):576-84. Disponible en: https://doi.org/10.26820/reciamuc/7.(2).abril.2023.576-584 

3-Instituto de Microecología. Eje intestino cerebro, ¿cómo afecta el estrés? Disponible en: https://microecologia.es/eje-intestino-cerebro-como-afecta-el-estres/ 

4- O’Mahony SM, et al.  Serotonin, tryptophan metabolism and the brain-gut-microbiome axis. Behav Brain Res. 2015;277:32-48. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0166432814004768?via=ihub 

5-Clínica Universidad de Navarra. Diccionario Médico. Serotonina. Disponible en: https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/serotonina