¿Qué es el síndrome del intestino irritable (SII)?
Se trata de una de las causas más frecuentes de consulta médica por molestias digestivas.
- Afecta al 6-12% de la población
- Resulta algo más frecuente en mujeres que en hombres
- Suele aparecer antes de los 35 años de edad
Síntomas más comunes del SII
- Alteraciones en el hábito de las deposiciones sin causa conocida (diarrea crónica, estreñimiento o una alternancia de ambos)
- Malestar y dolor abdominal con sensación de hinchazón
- Urgencia defecatoria
- Sensación de evacuación incompleta
El SII afecta a la calidad de vida
Por su recurrencia y mantenimiento en el tiempo, el SII repercute en la calidad de vida de las personas afectadas con molestias que van desde un malestar puntual hasta períodos de incapacitación para llevar una vida laboral, social y personal plena.
Recomiendaciones higiénico-dietéticas
No hay productos ni terapias que eliminen el SII.
- Es un proceso funcional y crónico que actualmente no tiene un tratamiento único, idóneo ni curativo
- Existe una necesidad de encontrar nuevos tratamientos frente al SII
Sí que existen una amplia variedad de medicamentos, dietas y consejos médicos para aliviar algunos síntomas.
En caso de presentar sintomatología compatible con el SII, debes acudir a tu médico para que sea él quien realice el diagnóstico preciso e instaure el tratamiento correspondiente.
El tratamiento va a ser siempre prescrito por el médico. Además del tratamiento, existen, una serie de recomendaciones generales en hábitos de vida y alimenticios:
- Realizar comidas pequeñas y frecuentes (4-5 comidas al día).
- Comer a un ritmo relajado (dedicarle al menos 20 minutos) y en horarios regulares.
- Incrementar de modo progresivo el contenido de fibra en la dieta. También, aumentar la toma de líquidos no gaseosos de manera proporcional.
- Hacer ejercicio físico regularmente (30-45 minutos diarios adaptados a cada persona).
- Realizar actividades relajantes y sociales.
- Identificar la sensibilidad a distintos alimentos y excluir solamente aquellos que no se toleren.
- Marcar horarios para comer e ir al WC.
La microbiota en el síndrome del intestino irritable
Aunque hasta la fecha no se conocen con exactitud los mecanismos que desembocan en la aparición del SII, sí hay conocimiento de la implicación, en mayor o menor medida, de diversos factores, como:
Asimismo, hay algunos alimentos que pueden estar relacionados con el posible empeoramiento del SII, como aquellos con edulcorantes o grasas, así como otros irritantes de la mucosa intestinal como café, alcohol, tabaco, picantes, etc. Aunque todo dependerá de la dieta global y médico o profesional de la salud aconsejará lo más apropiado a cada persona.
Respecto a la implicación de la microbiota, hoy día tenemos cada vez más claros los beneficios de las bacterias que la conforman:
- Generan nutrientes esenciales como vitaminas y algunos aminoácidos (componentes de las proteínas).
- Promueven el aprovechamiento de nutrientes no digeribles.
- Forman una barrera que impide el establecimiento de microorganismos externos dañinos.
- Contribuyen a la estimulación de los sistemas inmunitarios de defensa.
En el SII se han descrito cambios en la composición de la microbiota, en sus funciones y en sus interacciones con nuestro organismo.
Numerosos estudios confirman que los pacientes afectados por el SII presentan alteraciones en su microbiota.
- Implican una menor diversidad de especies bacterianas intestinales
- Mayor abundancia de bacterias que favorecen la inflamación
- Se correlacionan con la gravedad del SII
No obstante, todavía quedan por aclarar cuestiones clave, entre ellas, averiguar si estas alteraciones son una causa o una consecuencia del propio SII.
El papel de los probióticos
El potencial beneficio de los probióticos de la microbiota puede deberse a las propias funciones de la microbiota:
- Compiten con las bacterias dañinas e impiden la adhesión de estas a las paredes del intestino.
- Además, parecen estimular la producción de sustancias antimicrobianas y modulan el sistema inmune.
No obstante, se debe tener en cuenta que los efectos de los probióticos dependen en gran medida de la cepa empleada (variedad específica de la bacteria), ya que cada cepa tiene propiedades beneficiosas únicas para nuestro organismo.