¿Qué puede alterar la microbiota intestinal? Alimentación, estilo de vida, estrés, etc.

La microbiota es el conjunto de microorganismos (bacterias, hongos, arqueas, virus y parásitos) que residen en nuestro cuerpo, que a su vez pueden diferenciarse en comensales, mutualistas y patógenos. En cada una de las diferentes localizaciones de nuestro cuerpo, como la piel, las mucosas, el tracto respiratorio, la vagina o el tracto digestivo podemos encontrar ecosistemas microbianos complejos y adaptados.1

Tener una microbiota intestinal sana es muy importante, pues está involucrada en procesos de síntesis de vitaminas, estimula el sistema inmune y evita la colonización intestinal por parte de otros patógenos. Por el contrario, las alteraciones en la microbiota intestinal pueden acabar desembocando en enfermedades gastrointestinales, espasmos gastrointestinales y todo tipo de problemas gastrointestinales. Estas alteraciones en la microbiota intestinal reciben el nombre de disbiosis.1,2

Existen numerosos factores que alteran la microbiota intestinal y que serán desarrollados a continuación.

Alimentación y estilo de vida saludable para mantener una microbiota intestinal sana

La alimentación es uno de los factores principales que determinan el buen estado de nuestra microbiota. El qué comemos, cuánto comemos y el cómo lo comemos repercutirá en el tipo de bacterias que predominarán en nuestro colon y también la cantidad en la que lo harán.3-7

Si bien en las bases de una dieta sana y equilibrada no podemos dejar de lado ningún nutriente, en lo que a la microbiota se refiere no podemos dejar de lado la fibra. La fibra pertenece al grupo de los hidratos de carbono, pero tiene la característica de que no se digiere ni absorbe por parte del organismo. A pesar de todo, la fibra sí que tiene utilidad, y se divide en dos grupos:3-9

• Fibra insoluble, que capta muy poca agua y disminuye la viscosidad del bolo fecal. También favorece el peristaltismo intestinal y evita el estreñimiento
• Fibra soluble, que es capaz de captar gran cantidad de agua en el intestino, aumentar el tamaño del bolo fecal y tiene acción prebiótica. Un prebiótico es un compuesto que puede ser utilizado por las bacterias de la microbiota como sustrato, fermentándolo y obteniendo energía. Una dieta rica en prebióticos mejorará en gran medida el perfil de tu microbiota intestinal

A pesar de los beneficios de la fibra para nuestra salud, un exceso de fibra puede ser perjudicial, y se recomienda un consumo diario de entre 25-30 gramos al día.8

Sin embargo, un estilo de vida saludable no depende únicamente de la alimentación, sino que hay muchos otros factores involucrados como el ejercicio físico, el estrés, o las horas de sueño.

La realización de ejercicio físico de intensidad moderada durante 30 minutos al día, 3-4 días a la semana, y una correcta higiene del sueño, están asociados a un estilo de vida saludable.5-7

Además, recientemente se está obteniendo más y más información sobre el denominado “eje intestino-cerebro”, que relaciona la microbiota intestinal con el bienestar emocional. Bajos niveles de estrés, ansiedad y una buena salud mental pueden ayudar a mantener el buen perfil de la microbiota, y viceversa, un buen cuidado de la microbiota puede mejorar la salud mental del individuo.

Mantener una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable puede resultar sencillo, pero… ¿Qué pasaría si modificásemos directamente el tipo de microbiota que poseemos? ¿Es posible?

Antibióticos y probióticos. ¿Cómo se relacionan con los problemas gastrointestinales?

A lo largo de nuestra vida es muy probable que suframos de infecciones bacterianas y que, para combatirlas, debamos tomar fármacos antibióticos. Estos productos tienen lo que se denomina como “acción bactericida”, que es capaz de eliminar las bacterias patógenas que nos afligen, pero también aquellas que forman parte de nuestra microbiota, debilitándola y permitiendo la proliferación de otros patógenos que pueden provocar enfermedades gastrointestinales.1,2,12,13

Para evitar que nuestra microbiota se debilite es posible combinar el tratamiento antibiótico con unas sustancias denominadas “probióticos”. Los probióticos se definen como microorganismos vivos que, al ser administrados en cantidades adecuadas, confieren un beneficio a la salud en el huésped y en este caso concreto, permitirían evitar la denominada “diarrea asociada a antibióticos”.1-13

Estos probióticos pueden encontrarse en la alimentación, tras consumir algunos productos fermentados como el yogur, el kéfir o el chukrut, y permiten reforzar la microbiota intestinal. Además, también pueden adquirirse en farmacias como complementos alimenticios, en forma de compuestos formulados con cepas muy concretas y en cantidades específicas, para reforzar la microbiota de una forma concreta. Antes de adquirir este tipo de productos, es recomendable que consultes con algún profesional sanitario de tu confianza.

Referencias 

1. Cercenado E, et al. Procedimientos en microbiología clínica. Recomendaciones de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica. Microbiota. 2016; Ch 59.
2. Del Campo-Moreno R, et al. Microbiota en la salud humana: técnicas de caracterización y transferencia. Enfermedades infecciosas microbiología clínica. 2018;36(4):241-245.
3. Nancy Toedter Williams. Probiotics. Am J Health-Syst Pharm. 2010; Vol 67
4. Guarner F, et al. Guía mundial de la organización mundial de gastroenterología. Probióticos y prebióticos. 2017.
5. Montse Vilaplana. Nutrición y sistema inmunitario, una relación muy estrecha. Ámbito farmacéutico, Nutrición. VOL 29 NÚM 6 NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2010
6. Braun J, Cuxart A. Bienestar digestivo. Elfarmacéutico.es. 2018;566:18-21.
7. Carlota Vizmanos Solans. Bienestar intestinal: En busca del equilibrio. El farmacéutico. 2020. Nº589
8. FEC. Alimentación. Nutrientes. Fibra. Disponible en: https://fundaciondelcorazon.com/nutricion/nutrientes/837-fibra.html
9. FHF. Hábitos de vida saludables. Fibra alimentaria. Disponible en: https://www.colesterolfamiliar.org/habitos-de-vida-saludables/dieta-y-nutricion/fibra-alimentaria/

• Alan R, et al. Nutritional psychiatry: Towards improving mental health by what you eat. European Neuropsychopharmacology (2019) 000, 1–12

• Carabotti M, et al. The gut-brain axis: interactions between enteric microbiota, central and enteric nervous systems. Annals of Gastroenterology (2015) 28, 203-209.

1. Samuel Sabaht. Diarrea asociada a antibióticos. REV. MED. CLIN. CONDES – 2015; 26(5) 687-695.
2. Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria. Guía de Actuación Farmacéutica a pie de Mostrador. Uso de probióticos en patologías clínicas.